AULA DE ESTUDIO

Retablo de Jaume Cabrera

Retablo de Jaume Cabrera

Jaume Cabrera
(activo 1394-1432)
Fragmentos de retablo
1415-1420
Temple y pan de oro sobre tabla, 187 x 127 cm.
N.R. 201.135. Donación Manuel Carreras Martí, 1987.
 
Esta pieza es una composición de dos fragmentos bien diferenciados de un mismo retablo y de un mismo autor. La parte superior, que representa la Crucifixión de Cristo, es el pináculo y la inferior está constituida por tres escenas referentes a la Coronación de la Virgen, que debían conformar la predela del retablo, seguramente las del lado derecho del altar. Las dos piezas están sobremontadas e introducidas en un mismo marco.

Esta obra llegó al Museo de Montserrat sin ninguna atribución precisa. Una carta del donante, del 26 de febrero de 1987, nos informaba que Josep Gudiol Ricart le había dicho que se podía atribuir a Valentí Montoliu (final del siglo XIV – 1433/1437). Sin embargo no era una obra tan desconocida como parecía, puesto que había sido expuesta en el Palacio de la Virreina en 1945, donde figuró ya con la atribución a Jaume Cabrera, de alrededor de 1400, y como propiedad de D. Joaquim Carreras. La noticia inmediatamente anterior referente a esta obra es una fotografía, realizada en 1903, del interior del estudio-museo que los hermanos pintores Josep (1841-1912) y Francesc Masriera (1842-1902) tenían en la calle Bailén nº 72 de Barcelona, en la que vemos (en el ángulo superior derecho) esta tabla conformada exactamente tal como se encuentra actualmente.

En 1907 Lluís Masriera, hijo de Josep, se hizo cargo del estudio-museo familiar. En 1912 se asoció con el orfebre Joaquim Carreras (1869-1948), y el año siguiente, al morir su padre, abrió el estudio donde guardaba la colección familiar como museo y sala de exposiciones públicas. En 1932 se transformó en la Sala de Teatro Studium, y en esta ocasión se debió dispersar la colección. En el desmantelamiento del estudio-museo nuestra tabla cambió de propietario y fue adquirida por el amigo y socio Joaquim Carreras. Seguramente entonces y debido a la venta de la colección, fue redactado un catálogo donde figuraba la tabla que nos ocupa con el nº 58 y atribuida a Jaume Serra, hecho que no es ningún disparate si tenemos presente que Jaume Cabrera se formó al lado de los hermanos Serra.

La llegada de esta tabla gótica a Montserrat y su inmediata exposición en el Museo, después de una delicada restauración, motivó su divulgación entre los estudiosos y especialistas que solamente la habían conocido por fotografías y referencias. El pintor Jaume Cabrera ocupa un lugar nada anodino en el panorama de la pintura “cuatrocentista” catalana. Es un excelente exponente del paso del italianismo imperante de los hermanos Serra, en cuyo taller seguramente se formó Cabrera, hacia el gótico internacional más elegante de mediados del siglo XV, el de Lluís Borrassà, Bernat Martorell o Lluís Dalmau, que significan la cima del gótico catalán. El primero que descubrió la pintura y la personalidad de este pintor fue el arquitecto e investigador Alexandre Soler i March (Barcelona, 1874-1949) que, buscando documentación sobre la Seu de Manresa, cuando le encargaron la construcción de la fachada neogótica en 1915, topó con el contrato firmado por la Cofradía de San Nicolás de Bari, establecida en la Seu, y el pintor, hasta entonces desconocido, Jaume Cabrera. A partir de este retablo manresano de San Nicolás y San Miguel empezó el trabajo de atribuciones y ulteriores investigaciones, que el eminente párroco Josep Gudiol i Cunill, fundador y responsable de la sistematización del Museo Episcopal de Vic, consideró correcta y la incluyó en su libro de los Trecentistes Catalans. Partiendo de la publicación de Gudiol, en 1938 el investigador americano Chandler R. Post habló también de la tabla de la colección Carreras, que él ya sitúa relacionada a Jaume Cabrera.

Posteriormente la figura de este autor se ha ido enriqueciendo con nuevas aportaciones documentales, muchas de ellas referentes a algunos retablos perdidos o no identificados. El último estudio compendioso sobre este pintor es de Marta Piñol i Lloret, de la Universidad de Barcelona, todavía inédito, que estudia con criterio crítico toda la documentación y cataloga la obra considerada cierta, que queda circunscrita a doce tablas entre las que ocupa un lugar muy destacado la de Montserrat.

La pintura de Jaume Cabrera asume ya un cierto aire del nuevo estilo gótico que los especialistas califican de internacional, pero conserva aún de manera muy determinante el poso de la influencia italiana, que predominaba en la segunda mitad del siglo XIV, y que Cabrera mantuvo en toda su obra conocida. En todo momento se manifestó como un artista refinado, de un humanismo lírico que se complace en la representación de los detalles que configuran la vida popular y ciudadana, tanto por lo que respecta a la indumentaria como a los utensilios, y que sabe hacer actuar a los personajes con una sensibilidad naturalista, clara, sencilla y agradable.
 
Josep de C. Laplana, director del Museo de Montserrat

 
Bibliografía
Alexandre Soler i March, “Pintura Catalana Trecentista, de la Escuela italiana al estilo propio”, Museum, IV, 1920, nº 1, p. 265-282.
Catálogo de las principales piezas de la Colección de antigüedades y objetos de arte del pintor Lluís Masriera, Barcelona, s/d
Manuel Trens, El arte en la Pasión de Nuestro Señor. Siglos XIII al XVIII. Catálogo de exposición, Ayuntamiento de Barcelona, Palau de la Virreina, 1945, p. 35.
Josep Gudiol i Cunill, La pintura mig-eval catalana, vol. II, Els trecentistes. Segunda parte. Barcelona, 1924, p. 150-156.
Chandler Rathfon Post, A History of Spanish Painting, Harvard University Press, vol. VII-2, 1938, p. 751-753.
Josep de C. Laplana, Montserrat, 1000 anys d’art i història, Manresa, Angle Editorial, 1998, p. 60-61, fig. color.
Josep de C. Laplana, Les col·leccions de pintura de l’Abadia de Montserrat, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1999, p. 113, fig. color
Pilar Vélez, Joies Masriera. 200 anys d’història, Barcelona, Àmbit, 1999, p. 179, fig.