La misa de San Felipe Neri, del napolitano Finoglio
Paolo Domenico Finoglio
(Orta di Atella o Nápoles, c. 1590 – Conversano, 1645)
La misa de San Felipe Neri
1635.
Óleo sobre tela, 218 x 158 cm.
N.R. 200.183. Adquirido en Nápoles el 1919.
El mes de mayo de 1919, ya terminada la Primera Guerra Mundial, el Abad Marcet viajó de nuevo a Roma y a Nápoles y aprovechó la ocasión como otras veces para comprar cuadros para Montserrat. Esta vez las adquisiciones napolitanas fueron La adoración de los pastores de Stomer y La misa de San Felipe Neri, que llegaron a Montserrat en septiembre de aquel año; el cuadro de San Felipe Neri, con la nota de auctor ignotus, como publicó la revista de cultura de Montserrat Analecta Montserratensia, III, 1919, p. 389. En los inventarios del P. Gusi de los años 30 y 40 aparece como “de escuela española del siglo XVII” y el Índice artístico de Montserrat de 1956 lo reseña como atribuido al valenciano Jeroni Jacint Espinosa. Como se trataba de un cuadro de tema devoto y de un autor desconocido, esta obra no fue destacada en 1963 en el museo público y permaneció en el interior del monasterio, aunque siempre en lugares importantes.
Alfonso Pérez Sánchez no incluyó este cuadro en su estudio sobre la pintura italiana del siglo XVII en España y la primera que le prestó atención y remarcó su valor fue la profesora romana Liliana Barroero, que lo atribuyó de inmediato y sin dudarlo al napolitano Paolo Domenico Finoglio. La propuesta de la Barroero ha sido admitida sin ninguna dificultad y corroborada por otros especialistas italianos que han inspeccionado la obra. Las razones que hacen creíble esta atribución se basan en el parecido de nuestro cuadro con otras pinturas de Finoglio como La Virgen con Santa Teresa y San José de la iglesia napolitana de Santa María Donnaromita y la Madona con los santos Bernardino, Margarita y Antonio abad de Fonseca (Nápoles), ambas obras reproducidas en el libro de Civiltà del Seicento a Napoli de Spinosa, y aún con San Pedro consagra obispo a San Aspreno de la catedral de Pozzuoli. Las tres obras deben fecharse alrededor de 1635, que coincide con nuestro San Felipe Neri.
Liliana Barroero remarca el singular paralelismo entre la Madona del cuadro de Fonseca y la que aparece en el ángulo superior derecho de la Misa de San Felipe Neri tanto por lo que respecta a los rostros como a la actitud del Niño. Los parecidos entre el cuadro de Santa Teresa y el nuestro aparecen sobretodo en las cabezas de los angelitos y en el tejido rico del manto con el que San José cubre a la santa, muy parecido, si no es idéntico, al de la casulla roja de nuestro San Felipe. Pero las afinidades son aún más cercanas y evidentes con el gran cuadro de la catedral de Pozzuoli, que afectan a la composición general, a la iluminación, a las fisonomías y a los detalles más perceptibles del plisado del alba del santo y de los sobrepellices de los ángeles acólitos.
Nuestro cuadro pertenece a la última época de Finoglio en Nápoles, es decir, a la madurez de su creatividad, poco antes de trasladarse definitivamente a Conversano (Bari), llamado por el conde Giangirolamo II Acquaviva d’Aragona. Por las medidas y por la disposición del cuadro debía ser una pala d’altare, como apunta Barroero y como lo son las tres grandes pinturas de referencia que hemos reseñado. Su iconografía depende del cuadro que los Padres del Oratorio de Roma encargaron, en 1614, a Guido Reni (1575-1642), con motivo de la beatificación de San Felipe. Este cuadro de Guido Reni se convirtió en el prototipo de una serie con muchas variantes, o de infinidad de copias hechas a menudo a partir de grabados. Sin embargo, casi todos estos cuadros inspirados en el de Reni conservan los rasgos fundamentales: la fisonomía exacta del santo fielmente conservada por dibujos y pinturas hechas en la vida del santo, la actitud de rodillas, la indumentaria sacerdotal con una bella casulla roja en honor al Espíritu Santo y un recuerdo de la gracia de la dilatación del corazón en el Pentecostés de 1544, y la aparición de la Virgen que le manifiesta su favor.
Guido Reni pinta un San Felipe Neri estático sobre un fondo neutro de neblinas; Finoglio, en cambio, dispone la escena en el momento que el santo acaba de decir su misa, envuelto de niños acólitos con alas angélicas que llevan los instrumentos litúrgicos pertinentes. El del primer término se dispone a apagar los cirios con un apagavelas, el de atrás ofrece al santo el bonete para cubrirse acabada ya la misa, como era preceptivo; los dos del fondo, a la derecha del espectador, llevan el incensario, las vinajeras y la naveta, y en el suelo, en el centro y en primer término, el artista ha situado un aspersorio de plata repujada.
Finoglio no ha tenido aún un estudio sistemático y habitualmente era considerado como un pintor menor en el esplendoroso firmamento del Barroco napolitano donde brillaban figuras estelares como Cavallino, Stanzione o Caracciolo. La muestra antológica de Conversano (Bari) de 2012 ha proyectado nueva luz sobre este autor y ha reforzado su importancia que tres décadas antes ya había advertido Nicola Spinosa.
Nuestro cuadro fue adquirido con una restauración poco respetuosa que presenta repintados poco afortunados que afectan a la cara del ángel del final y a otras zonas. Las restauraciones modernas no han eliminado estas intervenciones duras ya que la pintura original ha desaparecido. Este cuadro ha tenido poca promoción exterior y solamente ha participado en la exposición Salzillo, testigo de un siglo, comisariada por el Dr. Cristóbal Belda Navarro, en el Museo Salzillo de Murcia en 2007.
Josep de C. Laplana, director del Museo de Montserrat
Bibliografía:
Nicola Spinosa, La pittura napoletana del ‘600, Milano, Longanesi, 1984, p. 272-273, fig.
Nicola Spinosa, Civiltà dei Seicento a Napoli, Nápoles, Electa Napoli, 1984, vol I, fig. 361.
Liliana Barroero, “Schede seicentesche: Fignolio, Vaccaro, Vanni e il Maestro degli Annunci”, Prospettiva, IV-1989 – X-1990, núm. 57-60, vol. II, p. 217-221.
Liliana Barroero, Dipinti italiani dal XV al XIX secolo del Museo di Montserrat, Roma, Istituto Poligrafico e Zecca dello Stato. Libreria della Stato, 1992, p. 47-49. fig.
La regola e la fama. San Filippo Neri e l’arte, catálogo de la exposición, Sopraintendenza per i Beni Artistici e Storici, Roma, Palazzo Venezia, X-XII-1995, Milán, Electa, 1995, p. 535-536 (Olga Malasecchi).
Dizionario Biogràfico degli Italiani, 48, 1997, s/v. Finoglio, Paolo Domenico, p. 70 (Valentina Antonucci).
Josep de C. Laplana, Les col·leccions de pintura de l’Abadia de Montserrat, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1999, p. 37, 43, fig.
Cristóbal Belda Navarro, Salzillo, testigo de un siglo, Múrcia, Museu Salzillo, 2007, p. 108, fig.